Pasta a la Espinaca con Tallos: Receta Cero Desperdicio | Comiendo de Colores

Pasta a la espinaca con tallos

Salsa cremosa vegana cero desperdicio – ¡30 minutos listos!

Tiempo: 30 min
Cocción: 15 min
Porciones: 4 personas
Cero desperdicio
La mayoría de personas tira los tallos de espinaca sin saber que son completamente comestibles y deliciosos. Esta salsa cremosa vegana transforma esos tallos desperdiciados en una salsa aterciopelada con almendras tostadas que conquista a todos. Es un claro ejemplo de cómo la cocina sostenible también es más sabrosa.

Espinaca completa: nada se desperdicia

La espinaca es uno de los vegetales más nutritivos que existe, pero normalmente solo aprovechamos las hojas, descartando los tallos que son tan valiosos como ellas:

Beneficios de los tallos de espinaca

  • Hierro biodisponible: Los tallos tienen concentraciones similares a las hojas
  • Fibra prebióticamente activa: Alimenta la microbiota intestinal benéfica
  • Ácido oxálico reducido: Los tallos tienen menos que las hojas, mejor absorción de calcio
  • Textura única: Ligeramente más dulces y con mejor «mouthfeel» cuando se cocinan
  • Vitaminas K, C y antioxidantes: Protección celular y sistema inmune
  • Bajo en calorías, alto en nutrientes: Densidad nutricional máxima

Importante: prepara bien los tallos

Los tallos deben pelarse ligeramente en la base exterior fibrosa. Usa un pelador de verduras o un cuchillo para remover la capa externa dura, similar a lo que harías con el brócoli. El interior es tierno y delicioso.

Ingredientes

Para la pasta:

  • 400g de pasta integral o de espinaca (pappardelle o fettuccine es ideal)
  • Sal y agua para cocción

Para la salsa cremosa:

  • 600g de tallos de espinaca fresca (aproximadamente 2-3 manojos), pelados y limpios
  • 100g de almendras crudas (o tostadas para más sabor)
  • 3 dientes de ajo
  • 1 cebolla pequeña o 2 chalotes
  • 400ml de bebida de soja sin azúcar (o de avena)
  • 200ml de caldo de verduras
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharadita de levadura nutricional (opcional pero recomendado)
  • 1/2 cucharadita de nuez moscada molida
  • 1/4 cucharadita de cayena (opcional, para toque picante)
  • Sal y pimienta blanca al gusto
  • Zumo de 1/2 limón fresco
  • 30g de almendras laminadas tostadas (para servir)

Elaboración

  1. Prepara los tallos: Lava bien los tallos de espinaca. Con un pelador o cuchillo, elimina la capa externa fibrosa de la base. Corta en trozos de aproximadamente 2 cm para facilitar la cocción. Hierve un cazo de agua con sal, añade los tallos y cocina durante 8-10 minutos hasta que estén completamente tiernos. Escúrrelos bien, reservando el agua de cocción.
  2. Tueste las almendras: En una sartén seca, tuesta las almendras crudas a fuego medio durante 3-4 minutos, moviendo constantemente hasta que suelten aroma. Retira y reserva. (Si usas almendras ya tostadas, sáltate este paso.)
  3. Sofrito aromático: En la misma sartén o en una olla, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríe durante 3 minutos hasta que comience a dorarse. Agrega el ajo picado y sofríe 1 minuto más.
  4. Incorpora los tallos cocidos: Vierte los tallos de espinaca cocidos y ya escurridos en la olla. Remueve bien para que se integren con el sofrito. Cocina durante 2 minutos.
  5. Crea la crema: Añade las almendras tostadas a la olla junto con la bebida de soja y el caldo de verduras. Remueve bien para que todo esté incorporado.
  6. Tritura hasta obtener cremosidad: Usa una batidora de mano (immersion blender) para triturar hasta obtener una salsa cremosa y aterciopelada. Si no tienes batidora de mano, transfiere cuidadosamente a una batidora de vaso, tritura, y devuelve a la olla.
  7. Sazona la salsa: Añade la nuez moscada, la cayena (si la usas), la levadura nutricional, el zumo de limón y ajusta con sal y pimienta blanca. La pimienta blanca es más sutil y no mancha la salsa.
  8. Rectifica textura: Si la salsa es muy espesa, añade más caldo de verduras o agua. Si es demasiado líquida, cocina 2-3 minutos más a fuego suave sin tapa.
  9. Cocina la pasta: Mientras tanto, cocina la pasta en agua abundante con sal según las instrucciones del paquete. Resévala.
  10. Emplatado: Mezcla la pasta cocida con la salsa cremosa, dividiendo en platos. Decora con almendras laminadas tostadas, un hilillo de aceite de oliva, un toque de levadura nutricional y pimienta recién molida.

Trucos para la salsa perfecta

  • Las almendras son la clave: Aportan cuerpo, cremosidad y un sabor rico similar a la mantequilla. Tuéstalas para intensificar sabor.
  • Pimienta blanca, no negra: La pimienta negra tiñe la salsa. La blanca mantiene el color jade bonito.
  • Nuez moscada es esencial: Une todos los sabores. Úsala fresca, molida en el momento si es posible.
  • Levadura nutricional optional pero recomendada: Imita el sabor del queso parmesano sin productos animales.
  • No sobrecalientes: Una vez que la salsa está cremosa, mantenla a fuego bajo para que no se separe.
  • Variación proteica: Añade garbanzos cocidos o tofu sedoso para más proteína.
  • Congelación: Se congela bien hasta 3 meses. Descongela lentamente a temperatura ambiente.

Sostenibilidad

Esta receta es un perfecto ejemplo de cómo la sostenibilidad se traduce en mejor alimentación y un planeta más saludable. Los tallos de espinaca representan aproximadamente un 30-40% del peso total del manojo, y normalmente se desechan por desconocimiento.

  • Reduce desperdicios al 0%: Usas la espinaca completa, absolutamente nada va a la basura
  • Ahorro económico real: Aprovechas hasta un 40% más de cada manojo que compras
  • Menor huella ambiental: Menos recogida de basura, menos transporte de residuos, menos emisiones de metano en vertederos
  • Nutrición maximizada: Los tallos tienen concentraciones similares de hierro y vitaminas que las hojas
  • Educación y conciencia: Enseñas a tu familia que no existen partes «inútiles» en las verduras
  • Textura y sabor únicos: Los tallos aportan una dulzura y cremosidad que las hojas solas no pueden dar
  • Menor presión sobre recursos: Cada parte aprovechada significa menos demanda de producción agrícola

Impacto global: Una tercera parte de la comida producida mundialmente termina en la basura. Pequeñas decisiones como aprovechar tallos de espinaca reducen significativamente tu impacto ambiental personal y contribuyen al cambio colectivo.

Cómo servir

  • Con piñones tostados: En lugar de almendras, usa piñones para un toque más lujoso
  • Añade champiñones asados: Para textura adicional y umami
  • Tofu crujiente: Sírvelo sobre la salsa para proteína extra
  • Con limón preservado: Decora con piel de limón preservado para un toque gourmet
  • Sobre vegetal favorito: También va bien sobre calabacín asado, setas o coliflor