Dejé el alcohol en marzo 2023: mi experiencia real | Comiendo de Colores

Dejé el alcohol en marzo 2023: mi experiencia real

Una decisión consciente que cambió mi vida para siempre

Patricia
7 de septiembre, 2025
8 min de lectura
Reflexiones y Bienestar
Persona reflexionando sobre decisiones conscientes de vida saludable

En marzo de 2023 tomé una decisión que cambiaría mi relación con mi cuerpo, mi mente y mi bienestar: dejar el alcohol. No fue por una crisis, ni porque tuviera un problema grave. Fue una decisión consciente después de observar cómo mi cuerpo reaccionaba cada vez que bebía. Hoy, más de dos años después, quiero compartir contigo mi experiencia y lo que la ciencia dice sobre los efectos del alcohol en nuestro cuerpo.

Las señales que mi cuerpo me enviaba

Durante años normalicé ciertos síntomas que aparecían después de beber alcohol, incluso en cantidades moderadas. Pensaba que era «normal» sentirse mal al día siguiente. Pero algo empezó a cambiar cuando comencé a prestar atención real a mi cuerpo.

Síntomas que experimentaba

  • Dolor de cabeza intenso: No importaba si bebía una copa o tres, al día siguiente el dolor de cabeza era inevitable.
  • Molestias digestivas: Hinchazón, malestar estomacal y sensación de pesadez que duraba horas.
  • Sueño fragmentado: Aunque me dormía rápido, me despertaba varias veces durante la noche sin poder descansar profundamente.
  • Bajón emocional: Una sensación de tristeza o ansiedad leve que aparecía al día siguiente, como una nube gris sobre mi estado de ánimo.
  • Falta de energía: Me sentía apagada, sin ganas de hacer nada productivo durante todo el día siguiente.

Estos síntomas no eran casuales. Mi cuerpo me estaba diciendo algo claro: el alcohol no es compatible con mi bienestar.

El momento de la decisión

En marzo de 2023, después de una reunión social donde bebí solo dos copas de vino, experimenté todos esos síntomas con intensidad. Y en ese momento pensé: «¿Para qué?»

Si algo que hago de forma ocasional me hace sentir mal durante 24 horas o más, ¿realmente vale la pena?

La respuesta fue un rotundo no. No se trataba de demonizar el alcohol ni de juzgar a quien bebe, sino de una decisión personal basada en cómo yo me sentía. Y así, sin drama ni grandes anuncios, dejé de beber.

Lo que la ciencia dice sobre los efectos del alcohol

Cuando empecé a investigar sobre los efectos del alcohol en el cuerpo, confirmé que mis síntomas no eran casualidad. La evidencia científica es clara sobre los impactos negativos del alcohol, incluso en dosis consideradas «moderadas».

Evidencia científica sobre el alcohol

Neurotoxicidad comprobada: La OMS clasifica el alcohol como una sustancia dañina para las neuronas, capaz de afectar memoria, concentración y coordinación desde la primera copa.
Carcinógeno confirmado: El IARC lo clasifica como carcinógeno del grupo 1, con evidencias claras de que incluso consumos moderados aumentan el riesgo de cáncer de mama, hígado, colon y esófago.
Disruptor del sueño: Los estudios demuestran que el alcohol reduce la calidad del sueño profundo y REM, causando despertares nocturnos y menor descanso reparador.
Alterador de la microbiota: Una sola ingesta de alcohol puede alterar el equilibrio de bacterias intestinales, favoreciendo inflamación y malestar digestivo.

Las confirmaciones en el camino

Después de marzo de 2023, volví a beber alcohol en 2 o 3 ocasiones puntuales. Y fue como si mi cuerpo me repitiera la lección: dolor de cabeza, molestias estomacales, bajón emocional.

Mi conclusión personal: Lejos de generarme dudas, estas experiencias confirmaron algo fundamental: para mí, el alcohol no suma, resta. Los beneficios de una vida sin alcohol superaron cualquier «placer» momentáneo.

Los beneficios de vivir sin alcohol

Después de más de dos años sin beber, estos son los cambios que he experimentado:

  • Energía constante: Mis días son productivos desde la mañana hasta la noche, sin bajones ni neblina mental.
  • Sueño reparador: Duermo profundamente toda la noche y despierto descansada y renovada.
  • Claridad mental: Mi capacidad de concentración, memoria y toma de decisiones mejoró notablemente.
  • Estabilidad emocional: No más bajones anímicos ni ansiedad al día siguiente de socializar.
  • Digestión óptima: Adiós a la hinchazón, malestar estomacal y molestias digestivas.
  • Presencia genuina: Disfruto más de las conversaciones, las risas y los momentos especiales cuando estoy completamente presente.

Una reflexión sobre el alcohol y la sociedad

Me parece curioso cómo hemos normalizado la idea de que necesitamos una sustancia para divertirnos, relajarnos o conectar con otros. Si lo pensamos objetivamente, ¿no es antinatural que tengamos que intoxicarnos para celebrar?

Hoy, más de dos años después de dejar el alcohol, me doy cuenta de que la risa, las conversaciones profundas y los buenos momentos no necesitan alcohol. De hecho, se disfrutan más cuando al día siguiente te levantas con energía y claridad mental.

Mi invitación para ti

No escribo esto para juzgar a nadie ni para decir qué es lo correcto. Mi experiencia es solo eso: una experiencia personal sobre los efectos del alcohol en mi vida.

Pero quiero dejarte una propuesta: En tu próxima reunión social, prueba a no beber. Obsérvate. Escucha tu cuerpo al día siguiente. Tal vez descubras que el alcohol es menos necesario de lo que pensabas.

Una decisión que cambió mi vida

Dejar el alcohol no fue renunciar a nada. Al contrario, fue ganar claridad, energía, bienestar y presencia. Fue elegir conscientemente cómo quiero sentirme cada día de mi vida.

Si tú también has notado que el alcohol te resta más de lo que te da, te invito a que escuches a tu cuerpo. Las señales están ahí, solo necesitas prestar atención.

Más de dos años sin alcohol y no lo echo de menos. Al contrario: me siento más presente, más viva, más yo.

¿Quieres apoyo en tu camino hacia el bienestar?

Si estás considerando hacer cambios conscientes en tu estilo de vida, estoy aquí para acompañarte con información basada en evidencia y respeto por tus decisiones.

Agenda una consulta personalizada

Referencias científicas

  • World Health Organization (2018). Global status report on alcohol and health 2018. Ginebra: WHO Press.
  • International Agency for Research on Cancer (2012). Alcohol consumption and ethyl carbamate (IARC Monographs). Lyon: IARC.
  • Roehrs, T., & Roth, T. (2001). Sleep, sleepiness, and alcohol use. Alcohol Research & Health, 25(2), 101-109.
  • Engen, P. A., et al. (2015). The gastrointestinal microbiome: Alcohol effects on the composition of intestinal microbiota. Alcohol Research: Current Reviews, 37(2), 223-236.

Patricia – Nutricionista

Doctora en Biomedicina | Especialista en Nutrición Consciente

«Ayudándote a tomar decisiones conscientes basadas en lo que tu cuerpo realmente necesita»

Tarragona | Consultas online en toda España

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *